En torno a la festividad de San Valentin, Teruel retrasa ocho siglos el calendario para rememorar la tragedia de los famosos Amantes de la Ciudad, Isabel de Segura y Diego de Marcilla. Es un fin de semana emocionante con cerca de 80 actuaciones y representaciones en sus calles que hacen de las Bodas de Isabel de Segura una fiesta inimitable de personalidad unica.
A principios del siglo XIII, dos jovenes, hijos de familias nobles de la Villa de Teruel, pasaron de jugar juntos a enamorarse sin remedio.
Ella, Isabel era la unica hija de la familia Segura. El Diego (o Juan) solo era el segundon de los Marcilla y heredaria poco mas que un caballo.Supieron pronto que era un amor imposible, asi eran las cosas.
No sabemos si Diego hablo con Segura, o solo hizo un pacto con Isabel, lo que si sabemos es que decidio marchar a tierras de conquista,ganar un nombre, fortuna, tal vez un titulo....algo que le hiciera digno de desposar a Isabel.
Sabemos que ella prometio aguardarle durante cinco años. Asi lo juraron ambos con los cinco dedos de su mano derecha, sin permitirse ni un beso hasta su vuelta.
Donde estuvo Diego ese tiempo no importa.
Con seguridad batallo en las Navas de Tolosa, tal vez en Muret, quiza en las tierras de Levante.
Isabel tendria que lidiar otras batallas: rechazar pretendientes, dar excusas peregrinas y contar cada hora, cada dia, cada mes que faltaba para cumplir su promesa.
El destino es caprichoso y no nos explicamos porque Diego volvio con fortuna justo a los cinco años.... y un dia se encontro a la villa entera celebrando los esponsables de su amada y creyo volverse loco y penso en dejarla viuda.
Pero solo se atrevio a colarse en la camara nupcial y cuando los esposos estaban dormidos, desperto suavemente a su amada y le rogo un beso. Un beso que le hiciera olvidar toda la muerte que habia visto, que le permitiera decir que por un instante fue el hombre mas feliz. Un beso le dijo antes de convertirme en tierra.
Pero ella acaba de jurar fidelidad a un hombre que yacia a su lado y no podia dar tal prenda a quien mas amaba.
A Diego se le agolpo toda la desesperanza del mundo y su corazon no pudo resistir ni un solo latido mas.
Cayo desplomado. Muerto de amor.
Cuentan las cronicas que los criados llevaron el cadaver de Diego hasta la casa de sus padres, sin que nadie pudiera explicar tan extraña muerte. Dicen tambien las cronicas que a los funerales acudio Teruel entero y que no cabia un alma en San Pedro.
Antes de comenzar los oficios, una mujer que ceñia una corona de azahares marchitos se acerco al catafalco, abrazo con ternura al difunto y le beso largamente.
Se dispuso que fueran enterrados juntos. Todavia hoy podemos visitar tus tumulos en San Pedro.
Un post genial! Felicidades!
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